Un extraño mundo: una Escuela de verano en Derecho en Alemania
Andrea García González
Estudiante de la Maestría en Estudios Sociales
Universidad del Rosario
Siempre estaré agradecida con la inigualable oportunidad que me brindó el Instituto CAPAZ de participar en la Escuela de verano en Derecho Internacional y Comparado en la Justus Liebig Universitat Giessen. Todo en esta experiencia fue novedoso y enriquecedor, desde la posibilidad de compartir con personas de distintas disciplinas, nacionalidades y culturas, la estadía durante un mes en un país extranjero, recorriendo distintas ciudades, hasta los cursos que recibí durante este periodo.
La beca otorgada por el Instituto CAPAZ me dio todos los beneficios para asistir a la Escuela de verano. Los tiquetes de ida y regreso, el hospedaje, además del costo del programa con las diferentes actividades culturales y académicas que este incluía.
La Escuela de verano me brindó una experiencia integral que conjugó de manera armónica las actividades recreativas y turísticas con un ámbito académico que demandaba una cuidadosa preparación de las lecturas y de los exámenes.
Como socióloga, asistir a clases de Derecho Constitucional Comparado y Ética de los Negocios y Derechos Humanos, resultaba del todo extraño, pero sin duda fue una experiencia encantadora. Debo resaltar el alto grado de preparación y pertinencia de los profesores que dictaron las clases. Nos encontrábamos cada semana frente a importantes conocedores de los distintos temas, así como académicos provenientes de diferentes países y universidades que aportaban diversas miradas sobre un mismo tema.
Los cursos que tomé se constituyeron en importantes insumos para la investigación en materia de paz, de la cual soy partícipe. A partir de los conocimientos obtenidos en clase logré reflexionar sobre cuál es el papel que juega la Corte Constitucional colombiana en un hito-proceso como lo es la actual implementación del acuerdo de paz de la Habana entre las FARC-EP y el Gobierno colombiano.
Por otro lado, el curso de Ética de los Negocios y Derechos Humanos me permitió expandir el panorama y cuestionar el rol que tuvieron los empresarios, nacionales y transnacionales, en la perpetuación del conflicto interno y cuál es su papel en un nuevo escenario de pos-acuerdo.
Así, en este mundo que me era del todo extraño, aprendí no solo de derecho, también conocí personas maravillosas, descubrí nuevas ciudades, probé nuevos platos. Pero, sobre todo, adquirí nuevas competencias que pondré al servicio de trabajos académicos presentes y futuros que contribuyan a la consolidación de un país en paz.