Intercambio de ideas, acercamiento cultural y construcción de conocimiento
Por Laura Catalina Guerrero
Estudiante de Maestría en Derech
Universidad de Los Andes
Una ciudad tranquila y acogedora, esos serían los dos adjetivos que utilizaría para describir a Giessen, el lugar donde viví un mes gracias a la beca del Instituto CAPAZ. Allí tuve la oportunidad de afianzar mis conocimientos sobre el idioma alemán y de fortalecer algunos de mis proyectos de investigación relacionados con la paz en Colombia. Además, conocí a distintas personas de diversas culturas que ampliaron mis perspectivas y desafiaron mis imaginarios.
Como investigadora, dos son los temas de mi especial interés. El primero tiene relación directa con la pregunta sobre cómo lidiar con el pasado; en específico, me pregunto constantemente sobre las instituciones tradicionales del derecho penal y penitenciario, para repensarlas y quitarles todo velo de neutralidad. Por otro lado, y como segundo tema de investigación relacionado con la construcción de un futuro después del conflicto, me pregunto cómo lograr la integridad en las instituciones de justicia. Para ambos cuestionamientos obtuve un aporte teórico en las clases que tomé en la Universidad de Giessen.
Por un lado, reflexionar en torno al papel de las multinacionales en la violación a los derechos humanos me permitió entender que la imputación penal de los delitos cometidos con ocasión del conflicto armado, o por fuera de todas las estipulaciones del Derecho Internacional Humanitario, presenta desafíos que de no ser encarados podrían derivar en la impunidad. Con esto, no me refiero específicamente a una responsabilidad penal de las personas jurídicas, pero sí a un mejor entendimiento del rol que juegan las personas naturales que conforman la persona jurídica. También pude establecer alianzas para continuar investigando, desde Colombia, las diferentes respuestas que ofrece la filosofía del derecho a la pregunta de cómo lidiar con el pasado.
Por otro lado, el estudio del derecho constitucional alemán en perspectiva comparada motivó mi reflexión sobre las agendas de reforma a los sistemas de justicia, en especial, sobre el presupuesto de la independencia judicial cuando aparentemente se enfrenta al deber de los servidores públicos de obrar de manera transparente, ética y rendir cuentas a la ciudadanía. Esta clase también me ofreció una aproximación a las distintas concepciones de la ley y las consecuencias que conllevan su infracción en un contexto como el alemán, aspecto que permite replantear de manera general la utilización de diversas formas de castigo.
Para finalizar, tengo que decir que la escuela de verano en Giessen fue una experiencia única que me acercó a la cultura alemana y logró su cometido de afianzar una comunidad académica más cercana. Ante todo, fui testigo de la fructífera y muy buena relación entre Colombia y Alemania.