DÍA A DÍA DE LA ESCUELA DE INVIERNO CAPAZ 2018

DÍA A DÍA DE LA ESCUELA DE INVIERNO CAPAZ 2018

Participantes de la Escuela de Invierno CAPAZ 2018. / Foto: PUJ

 

Con la coordinación general de la Pontificia Universidad Javeriana, las cinco universidades colombianas fundadoras del Instituto Colombo-Alemán para la Paz – CAPAZ ubicadas en Bogotá, Colombia fueron sede de la Escuela de Invierno CAPAZ “Memoria, verdad y reconciliación”.

Del 26 al 30 de noviembre de 2018, estudiantes de maestría y doctorado de Colombia y Alemania, constructoras y constructores de paz procedentes de diferentes regiones colombianas, conformaron el grupo de becarias y becarios apoyados por el Instituto CAPAZ para participar en la escuela.

Dos aspectos de la escuela merecen ser destacados. Por un lado, la escuela facilitó el relacionamiento y el intercambio de personas que tal vez no tendrían la posibilidad de un encuentro tal en actividades cotidianas. Por otro lado, puso de relieve las diferentes perspectivas sobre los ejes temáticos propuestos.

La Escuela de Invierno CAPAZ 2018 planteó un recorrido conceptual y práctico por los desafíos de la construcción de memoria, verdad y reconciliación en ámbitos de construcción de paz, es decir, escenarios de negociaciones de paz o de implementación de acuerdos.

Las escuelas CAPAZ brindan herramientas teórico-prácticas. / Foto: Claudia Maya

La metodología fue similar a la aplicada en la primera escuela realizada en 2017. Las y los estudiantes participaron en las mañanas de sesiones teóricas-conceptuales y en las tardes realizaron actividades orientadas al intercambio de experiencias y conocimientos.

Memorias, historia y verdad. Universidad Nacional de Colombia

La Universidad Nacional de Colombia dio la bienvenida al grupo de participantes en el primer día de la escuela. Guiaron la sesión teórica inicial los docentes Mauricio Arcila y Claudia Mosquera (Universidad Nacional de Colombia).

Mauricio Arcila desarrolló los conceptos de memoria, historia y verdad, y su interrelación. Inició con la idea de la memoria particular y selectiva, la cual puede ser mediada por valores e interpretaciones, y transmitida culturalmente. También hizo referencia a la tensión entre memorias hegemónicas y no dominantes, y a las disputas de poder por el significado del pasado.

No siempre somos testigos directos de los hechos, por eso es necesario mirar a la memoria desde un punto de vista crítico. La memoria sufre mutaciones y está viva en la medida en que es activada. De ahí que la historia la contextualice y, de alguna manera, la discipline.

El docente destacó el valor de los testimonios ante la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV), siempre y cuando no se queden en lo anecdótico y sean contextualizados históricamente. También ve necesario no excluir las memorias indirectas y de los victimarios, si bien se deben priorizar las memorias de las víctimas directas.

Ejercicios prácticos para compartir experiencias propias. / Foto: Claudia Maya

Las memorias son expresión de poder e identidades históricas

Para Claudia Mosquera (Universidad Nacional de Colombia), los territorios geográficos se comportan como áreas culturales. Los hechos pueden ocurrir en un territorio, pero las comunidades que comparten rasgos culturales se apropian de estos hechos. Esto demuestra la complejidad de las realidades del conflicto y la necesidad de ampliar la mirada para analizar sus causas y efectos. Para construir la memoria es necesario partir de los territorios culturales, más que de los geográficos.

Mosquera llamó la atención sobre la revisión de la memoria desde la responsabilidad de actores diferentes al Estado. Explicó que hay grupos de poder que se benefician de los silencios, de que la sociedad no sepa mucho. “Pensar la memoria y la verdad es un terreno político, por eso siempre será un espacio de tensión y de debate”, dijo.

“Los ejercicios de reconciliación sirven para reparar asimetrías históricas”: Mosquera

Siempre existirán memorias disidentes que van a guardar dolores. Hay identidades históricas y también dolores históricos que quedan en las memorias familiares y se transmiten de generación en generación.

Claudia Mosquera prefiere hablar de “fragmentos memoriales”, que son los que permiten la reconciliación. La reconciliación es un propósito ético para no seguir cometiendo crímenes, pero alivianar los dolores es casi imposible. A lo único que debería aspirar la reconciliación es a disminuir y aliviar un poco el dolor social. Si se logra reubicar esas vidas, se ha logrado un cometido: que esas personas recuperen su dignidad.

Función práctica de la memoria

Para Mosquera, la única función atribuible a la memoria es recordarnos que algunos grupos sociales han estado suscritos en la historia pasando por el sufrimiento y la violencia. La reconciliación es un momento para reflexionar sobre el lugar de esos grupos sociales que han vivido la violencia hoy y tiempo atrás. “La memoria permite estar siempre atentos al carácter destructivo de las sociedades”, afirmó la docente.

Becarias y becarios compartieron experiencias e ideas personales en torno a la memoria y la reconciliación. / Foto: Claudia Maya

El Observatorio de Paz y Conflicto de la Universidad Nacional de Colombia coordinó en la tarde un taller para intercambiar experiencias individuales y desarrollar dos dimensiones de la memoria: la individual y la colectiva. Las narrativas individuales abrieron la puerta en el primer día de la escuela para generar familiaridad y empatía entre el grupo de participantes.

Justicia Transicional y Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV). Universidad del Rosario

En la Universidad del Rosario, las jornadas del segundo día de la escuela se concentraron en los aspectos de la Justicia Transicional y la función de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV).

Camila de Gamboa (Universidad del Rosario) dirigió su clase magistral a partir de dos cuestiones: en qué consiste el deber de recordar y cuáles mecanismos hay en la Justicia Transicional para buscar la verdad.

La docente analizó los pros y contras del acto de recordar desde tres miradas: hacia el futuro, el presente y el pasado. Hacia el futuro, con miras a conocer el pasado para no repetirlo. Hacia el pasado, para ubicar a las víctimas en el centro de los discursos de verdad y reparación. Finalmente, recordamos en el presente para ganar la confianza y saldar la deuda con sobrevivientes y descendientes.

Como mecanismos de la Justicia Transicional para buscar la verdad, de Gamboa enunció las investigaciones judiciales (verdad judicial), los mecanismos extrajudiciales institucionalizados (comisiones de verdad, de investigación o esclarecimiento histórico) y las verdades sociales no institucionalizadas (trabajo de historiadores, periodistas e investigadores).

Retos de la CEV

Laly Peralta (Universidad del Rosario) facilitó al grupo de estudiantes la formulación de preguntas sobre la operatividad de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV).

La metodología empleada por Peralta permitió asociar y discutir inquietudes en torno a la gestión de la CEV en los territorios; la forma cómo la entidad contrastará relatos hegemónicos y relatos de comunidades indígenas y afrodescendientes; la relación entre memoria y verdad, concretamente la verdad colectiva y la priorización de casos; la participación de terceros; la pedagogía en los temas y funciones de la CEV; la relación con los medios de comunicación, y los enfoques diferenciales.

Los Andes fue sede del tercer día de la Escuela de Invierno CAPAZ 2018. / Foto: Claudia Maya

Dificultades y posibilidades de la reconciliación. Universidad de los Andes

Angelika Rettberg (Universidad de los Andes) introdujo el concepto de reconciliación a partir de preguntas simples sobre su (compleja y retórica) definición, los actores que se reconcilian, las formas cómo se promueve la reconciliación, y cómo se relaciona con la construcción de paz.

Rettberg enfatizó en la revisión de la investigación sobre la reconciliación no solo en sociedades transicionales, sino también en sociedades con violencias profundas, como en el caso de América Latina.

Adriana Castillo (Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes) describió algunos estudios en los que el Observatorio de la Democracia de Los Andes ha analizado, a partir de diferentes muestras, la percepción de los procesos de reconciliación en diferentes regiones de Colombia.

Sin embargo, el análisis académico y la medición estadística se quedan cortos para evidenciar los procesos en los territorios. Factores inherentes a las dinámicas territoriales y a la evolución del conflicto, así como la heterogeneidad de los actores involucrados hacen de la reconciliación un proceso complejo.

¿Reconciliación en escenarios de violencia?

El profesor Leopoldo Fergusson (Universidad de los Andes) repasó justamente algunos factores para entender por qué persiste la violencia en el posconflicto, situación que dificulta el avance en los procesos de reconciliación.

El docente mencionó, entre otros, a un Estado débil, ineficiente y ausente en algunas regiones. Esto genera desconfianza en las instituciones. También se refirió a las ganancias que les deja el conflicto a algunos sectores y actores. Agregó que existen diferencias entre la percepción que se tiene de la reconciliación y la definición normativa de la misma.

La diversidad de los territorios y de las experiencias que han vivido los actores en el conflicto exigen procesos particulares de reconciliación. Un terreno abonado para avanzar en la reconciliación es el rechazo de la mayoría de los actores de continuar en la guerra y la violencia, así como ciertos rasgos culturales y vivenciales comunes a víctimas y victimarios.

Espacios para la reconciliación. Universidad Externado de Colombia

El escenario propuesto desde la Universidad Externado de Colombia mostró las posibilidades de adelantar procesos de reconciliación desde diferentes áreas y a través del uso cuidadoso de diferentes lenguajes.

Desde el ejemplo de las reglas éticas étnicas en Sudáfrica, los facilitadores invitaron a perdonar y construir una sociedad en tolerancia. También a repensar las acciones punibles como única modalidad de reparación y a valerse, en cambio, de la solidaridad comunitaria y la armonía social. Teniendo en cuenta las diferencias entre territorios y comunidades, los procesos de construcción de paz y de reparación deberían tener en cuenta las particularidades de cada grupo afectado por las formas de violencia.

Sesión final de la escuela 2018 en la Pontificia Universidad Javeriana. / Foto: Claudia Maya

Métodos, pero también experiencias. Pontificia Universidad Javeriana

La última jornada de la Escuela de Invierno CAPAZ 2018 tuvo lugar en la Pontificia Universidad Javeriana. En su introducción, el profesor Manuel Salamanca (Pontificia Universidad Javeriana) enfatizó que académicas y académicos deben conocer y vivir la experiencia de las realidades del conflicto directamente en los territorios. La base metodológica y teórica del ejercicio investigativo no es suficiente ni aplicable al pie de la letra, cuando se confrontan con la problemáticas y necesidades de las comunidades.

Carlos José Herrera (Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad – CEV) planteó la necesidad de hacer ejercicios de análisis del escenario que se nos presenta a partir del Acuerdo Final. La fase posterior a la firma de los acuerdos es el momento oportuno para que la sociedad asuma su rol en este asunto de la construcción de la paz.

Para Herrera, hay una saturación de información básica y generalizada sobre el conflicto, pero no se sabe con certeza más allá que lo informado a través de los medios y de cuán traumática ha sido esta experiencia. La cuestión a la que se enfrenta la sociedad colombiana es cómo hacer menos traumática la transición.

Entre sus propósitos de esclarecimiento, reconocimiento, convivencia y no repetición, la CEV tendrá la misión y el reto de facilitar la construcción de la paz desde una verdadera participación. En Sudáfrica, por ejemplo, el ponente destacó el riesgo asumido por esa sociedad para montar un escenario de catarsis social. Si bien el Acuerdo Final da algunas pautas, el cómo lograr la participación social será muy difícil de alcanzar.

Reflexión individual y compartida en torno a la luz. / Foto: Claudia Maya

El docente y tallerista Iván Torres facilitó un espacio de reflexión sobre los relatos de verdad y la humanidad de las víctimas.

El grupo expresó la significación que para cada participante tiene la luz, la paz, la memoria y la reconciliación. El ejercicio permitió después una reflexión común en la que se asociaron significaciones similares de estos conceptos. La actividad mostró la dificultad y el reto de construir un único relato, en un país que no cede a la palabra, que mata la palabra, en el que la palabra tiene miedo.

Las becarias y los becarios recibieron carteles con nombres de personas desaparecidas, asesinadas o desaparecidas forzosamente. Antes desconocidas para las y los estudiantes, estas víctimas recibieron de cada participante una carta, en un acto de reconocimiento de su humanidad y de su memoria.

Reviva más momentos e imágenes de cada día de la escuela a través del sitio web de la Escuela de Invierno CAPAZ 2018 “Memoria, verdad y reconciliación”.